Subía los escalones de dos en dos

Subía los escalones de dos en dos. Mi abuelo decía que las escaleras eran un método infalible para no salirse del camino. Para ir al colegio subía 250 escalones, para volver a casa subía otros 780. Lo más importante era que pasara lo que pasara no se podía mirar atrás. En mi mundo, los mayores no utilizan ascensor, los más mayores llevaban tanto tiempo subiendo escaleras que tenían más practica que los más pequeños, y eso los hacía más agiles. De vez en cuando se formaban comunidades, y todos subíamos juntos. Hablábamos de cosas, nos sentábamos en los escalones… reíamos, jugábamos; pero de golpe, un día, nuestros caminos de dividían y no nos volvíamos a ver nunca más. Mi abuelo decía que cuantas más escaleras subíamos más cerca estábamos del cielo. Y que un día llegaríamos arriba de todo y nos encontraríamos por fin todos juntos. Yo sin embargo, por mucho que he subido, nunca he visto el final.