El arbol blanco

Hoy, después de años de trabajo y de darle vueltas, empiezo mi novela en un entorno abierto. Soy una persona ordenada fuera de mi, pero en mi cabeza soy un caos y una caja de ideas y de sueños. He tenido suerte en la vida, y he sido capaz de cumplir muchos de ellos. Pero hay uno que me persigue como un perro rabioso desde hace algo más 20 años. Me da ternura, amor, pero a la vez miedo. Miedo de no hacerlo bien y de que me muerda. Miedo de no ser capaz de crear lo que hay en mi cabeza. Miedo de que la perfección de los sueños se conviertan en palabras mediocres. Miedo de no haceros soñar...
Los cuentos han sido un refugio para mi en la infancia, las novelas un lugar donde soñar, las hojas y libretas un lugar para crear mundos de simples ideas. En mi cabeza siempre he creado, desde pequeña, cuentos, relatos. Personajes van y vienen día a día a mi cabeza, y juego con ellos, les doy vida, los hago volar, discutir, perderse, encontrarse, les regalo unas líneas, pero nunca me han pedido más. Hace unos años, un personaje misterioso se apareció en mis sueños, se colaba en mis días, me perseguía en el trabajo. Era pequeño y oscuro, pero a la vez blanco como la luz. Ese pequeño personaje maravilloso y terco, quiere que haga con él una historia. Una historia que empiece y acabe. Pero mi mente agobiada y la locura de mi día a día no me deja que lo trate como es debido, así que hoy, decido volcarlo todo aquí, ante vosotros o ante nadie, ante mi misma, de una manera física, porque quiero que el  trabajo de tantos años se convierta por fin en lo que ha sido siempre mi sueño. Una novela. Quiero que tú me acompañes en esta creación. Quiero que seáis mis compañeros de viaje, para que el día que no pueda más, el día que decida saltar del barco, o buscar un puerto, o coger un bote y huir, no me dejéis. Quiero enamoraros de Zeylín, de este pequeño ser que un día me enamoró a mi y que buscó desesperadamente la manera de existir más allá de mi mente.
Zeylín

Comentarios

Entradas populares